Primer consejo: NUNCA veas Seven comiendo un rico plato de espaguettis, ya que posiblemente acabe siendo uno de los platos más odiados.
Segundo consejo: si sobreviviste a ver Seven entera y te quedaste con ganas de más, con preguntas al aire, aquí tienes todas tus respuestas: Seven, la novela de Anthony Bruno.
Para quienes aun desconozcan esta gran obra maestra, tanto escrita como filmada, os presento al teniente Somerset, a punto de jubilarse tras una vida cargada de homicidios y mucha violencia en la ciudad de Nueva York.
A siete días antes de su julibación recibe la non grata visita de su nuevo compañero, el detective David Mills, un joven y ambicioso polícia de Springfield que ha nacido para luchar contra el mal de la delincuencia.
En estos siete días se sumergen en una serie de asesinatos que relacionan con los siete pecados capitales: gula, orgullo, lujuria, envidia, ira, pereza y ambición. Lo peor de todo es que tienen solo eso, siete días para finalizar esta terrible pesadilla...
De Anthony Bruno se nota que es un veterano de la novela negra, lleva en sus espaldas numerosas obras de este género, llegando a inspirar para la serie Los Soprano.
Mi pequeña crítica al libro es que los dos primeros asesinatos (no desvelaré cuáles son) vienen cargados de detalles, en especial el primero, lo malo es que a medida que transcurre la novela le va restando importancia, cosa que complementa con la vida personal de los personajes.
Muy buena la caracterización del teniente Somerset y el dectective Mills, son dos polos opuestos que se ven envueltos en una trama en la que deben luchar juntos, y como no, un malo muy malo que deseas ver entre rejas.
Ideal para los amantes de escritores como John Katzenbach, la película Seven (respeta mucho la trama del libro) y como no, el género negro.
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