Hoy ha sido un día esperado y anunciado: cita en el dentista para sacarme un diente.
Tengo la boca perfecta: dientes bien colocados, buen control de placa, ninguna caries...en fin, todo correcto, excepto un pequeño detalle, y es que nací con dos dientes extras.
No se ven, no se notan, pero un día sin más pueden aparecer de la nada para dejarse ver entre las encías. Así me pasó hace unas semanas, mientras me pasaba el hilo dental, pensaba a ver si me había rasgado la encía y se me veía el diente, pero no, me fijé bien y en ese hueco me estaba surgiendo como de la nada un diente!
Se dice que a los 25 dejamos de crecer, yo ya voy por los 24 y como si no quisiera la cosa va y aparece uno de esos dos dientes misteriosos.
Ha sido una intervención quirúrgica en la clínica dentista, suena un poco películero y la verdad que las molestias post operatorio lo son.
En hora y media me han sacado el bicharraco que llevaba dentro, ya que mis dientes tienen unas raíces muy largas con lo que tienen muy buena sujeción.
Ahora mi boca parece salida de una película de Saw con varios puntos negros que asoman al sonreír, y como no puedo evitarlo: siempre sonrío ;)
Así que niños y niñas, lavad vuestros dientecitos 3 veces al día y 360 días sonreíd sin parar! ;)
Na Nena
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